La cooperativa CURA exige el arreglo de las maquinarias de la planta de separación de residuos. No descartan llevar a cabo medidas de fuerza.
Recicladores de la cooperativa Común Unidad de Recuperadores Argentinos (CURA) se declararon en estado de alerta e insisten con sus pedidos al Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur) para poder trabajar en correctas condiciones en la Planta Municipal de Clasificación y Separación de Residuos Sólidos Urbanos.
Los trabajadores se encuentran reclamando respuestas al gobierno de Guillermo Montenegro hace más de un mes y, según le confiaron a LA CAPITAL, el municipio “hace caso omiso” a todos sus planteos.
Entre otras necesidades, exigen que el Emsur les garantice el autoelevador necesario para realizar sus tareas en la planta de reciclaje ubicada en la avenida Centeno al 8300.
Tras una asamblea celebrada ayer, las autoridades de la cooperativa CURA se manifestaron en estado de alerta y resolvieron que le enviarán una nota al intendente Guillermo Montenegro, al presidente del Emsur, Sebastián D’Andrea, y otro escrito al Concejo Deliberante “para que nos atiendan”. “Si en el corto plazo siguen haciendo caso omiso vamos a hacer un corte general para fin de mes en la planta por tiempo indeterminado, hasta que se solucione el conflicto”, dijo el secretario de la cooperativa CURA, Daniel Figueroa, en diálogo con este medio.
“Hoy por hoy nadie sabe lo que estamos pasando. Estamos en el fondo del partido y nadie se entera de nuestras necesidades”, agregó.
La cooperativa Común Unidad de Recuperadores Argentinos (CURA) posee dos cintas (de elevación y de traslado) como herramientas de trabajo.
“Una está completamente rota hace un año y medio, no la arreglaron más”, indicó Figueroa. Entonces -siguió- “nos mantenemos con una sola cinta pero que se rompe continuamente”. Esta situación, según comentó, “genera malestar entre los asociados” ya que las jornadas laborales sufren “intermitencias”: el jueves y el viernes no pudieron realizar sus tareas por ejemplo.
En cuanto al autoelevador, el secretario explicó que “el municipio hace unos cuatro meses hizo una inversión pero todavía no le encuentran la vuelta porque se sigue rompiendo”.
Por tal motivo, las partes se reunieron el 19 de julio y el Emsur se comprometió -de acuerdo a los dichos de Figueroa- que en 45 días estaría el autoelevador en la planta. El plazo se cumplirá el 30 de este mes pero los recicladores creen que no se respetará el acuerdo.
“Dijeron que valía 140 mil pesos y propusimos poner el dinero para el arreglo para evitar la burocracia de los trámites administrativos y achicar el tiempo pero nos dijeron que no”, sostuvo el representante de la cooperativa.
“Cuando se rompió el autoelevador trajeron una pala mecánica para facilitar el trabajo” pero “es insuficiente para el trabajo que hacemos” porque “no soporta el peso”. Esa pala también se rompió hace quince días.
Una vez más los recicladores plantearon afrontar el costo del arreglo de la pala mecánica o comprar una nueva. Sin embargo la comuna volvió a rechazar la propuesta diciendo que la herramienta “pertenece a otra área municipal”.
“Estamos poniendo toda nuestra voluntad, achicamos las horas de trabajo para poder ayudar al municipio con el arreglo de las maquinarias mientras que ellos hacen caso omiso a todos estos reclamos y seguimos con estas falencias que nos perjudica la operatoria del día a día”, deslizó Figueroa.
Por último, recordó: “Tenemos un convenio firmado y homologado por el Concejo Deliberante en el 2015 y una de las cláusulas dice que el municipio debe tener un stock de repuestos para el correcto funcionamiento de la planta”.
“Esa cláusula hoy no se está cumpliendo y nosotros lo que necesitamos es que el municipio nos de una respuesta pero desde el Emsur no nos atienden nunca”, completó.